Pues sí. Una vez más el medio ambiente vuelve a hacer de las suyas y nos vuelve a ofrecer un día lluvioso en pleno Dimecres Bo. Pero claro, eso no impedió que los putarros se lo pasaran pipa, es más, creo que la lluvia hizo un día especial de ese Dimecres Bo que tanto esperaba la gente.
No estuvo nada mal, hay que reconocerlo, incluso este año se apuntó a la fiesta Delia, amiga desde la infancia de Xisca, la cual se fue poco después de la 1 de la madrugada. Mientras tanto los putarros se volvieron locos. Unos más borrachos que otros, otros más mojados que otros y otros más cansados que otros hicieron de ese día, un día único, como es el de Mallorca. El gran día por fin había llegado.
Una pena, que algunos putarros tuvieran que trabajar al día siguiente, ya que, de no ser así se hubieran puesto hasta las trancas de alcohol, y nos hubiéramos encontrado con Joan, una vez más, todos juntos.
Quedamos a eso de las 9:30 horas en la Cafetería-Restaurante de "Sa Nau", donde tuvimos gran variedad para elegir plato, eso sí, un poco caro, pero delicio. Muchas paletillas de cordero se sirvieron esa noche, al igual que entrecots y pollos rellenos. Para finalizar comimos el postre, plátanos con almendras y helados, y acto seguido la casa nos ofreció la opción de poder brindar con algún chipito. Así lo hicimos, brindamos con Hierbas Mallorquinas y chupitos de Manzana.
A eso de las 1 de la madrugada, ya estábamos en la calle, mojados, pero ya estábamos allí, no había vuelta atrás. Fuimos a acompañar a Delia después de ir a recoger las bebidas, y nuestra sorpresa nos la llevamos a nuestro regreso, cuando vimos a Juanjo hechando piropos a todo el mundo del estilo "te veo muy guapo, te lo digo en serio" o al Ví dando chupetones a diestro y siniestro.
A las 3:30 horas los putarros currantes se recogieron, pero los demás siguieron la juerga.
Un día único en nuestra irrepetible vida, que una vez más, la maldición de la lluvia nos volvió a brindar.
